La intención de esta obra es lograr una contraposición de lo objetivo y lo subjetivo, una interpretación de la realidad que tiene como filtro la cultura del simulacro y de consumo de imágenes y experiencias. Sin embargo, esta interpretación también está teñida de una vívida experiencia sensorial y visceral, del contagio de la atmósfera de cargada de sentimientos en un día sin normas.

Esta obra se compone de cuatro imágenes que exploran las temáticas mencionadas. La técnica utilizada es una combinación de pintura y fotografía, y se toman como base imágenes captadas durante la fiesta de la Botarga.  Éstas han sido impresas sobre tela, pintadas con acrílico en algunas zonas y montadas sobre un soporte de madera.